domingo, 25 de marzo de 2012

La Pepa!!

Desde el principio del curso he sabido que en la clase de proyecto integrado se realizaría, como año tras año se hace, un acto en el que los alumnos de primero de bachillerato se disfrazan todo el día de lo que el profesor, con su imaginación plantea cada año.

En este comentario voy a hablaros sobre cómo lo he vivido, desde que sabía que me iba a disfrazar hasta que llegó el día de hacerlo.

El verano pasado todos mis compañeros que en ese momento se encontraban en bachillerato me hablaron sobre sus impresiones y en cómo les cambió la visión de hacerlo, me dijeron que al principio no les hacía ninguna gracia tener que hacerlo pero una vez lo estaban realizando cada vez le iban gustando más y más, incluso volverían a hacerlo si se lo permitieran.

Cuando entramos en este curso y el profesor de esta asignatura nos habló de lo que haríamos este año la verdad es que no me desagradó porque me gusta eso de disfrazarme aunque no niego que me dio un poco de corte tener que hacerlo delante de todo el instituto, lo que este año íbamos a realizar era una conmemoración a los 200 años de la Pepa, por ello nos disfrazamos con ropa de 1812.

Hablé con una persona que me hizo el traje y mientras planeábamos todo lo que íbamos a hacer, lo que íbamos a decir…

Llegó el día de las fotos. Nos reunimos por la tarde para hacernos las fotos para recordar este momento, fue muy divertido el vernos por primera vez todos disfrazados aunque costó mucho el salir seria en las fotos, no podíamos estar seria en ese momento. Cada uno nos echamos una foto y algunas en grupos, estuvo muy bien y son cosas difíciles de olvidar.

Los días pasaban, cada vez se acercaba más el día de disfrazarnos y cada vez estaba más nerviosa, sabía que me lo iba a pasar bien porque me lo habían dicho pero es esos momentos no pensaba en eso sino en qué podía pasar mal, incluso no dormí nada el día antes.

Cuando llegó el día de disfrazarnos me levante muy temprano y preparé las cosas en una bolsa, nos fuimos hacia la sala de profesores y allí nos vestimos todos. A primera hora no nos vio mucha gente ya que yo tenía clase en el mismo tercero y sólo bajamos las escaleras.

La primera clase fue muy difícil darla, vernos así vestidos, en la clase, no podíamos dejar de hablar y de mirar cómo íbamos pero aún así dimos la clase.

Al salir vimos como todo el mundo nos miraban y como nos encontrábamos a los de bachillerato de sociales, eso fue muy divertido el ver cómo todo el mundo te miraba y cómo te encontrabas a gente vestida como tú por el patio.

Un poco antes de la hora del recreo salimos para ensayar lo que haríamos, teníamos que colocarnos los niños a un lado y las niñas a otros y atender mientras que uno de nosotros hablaba. Fue muy divertido ver cómo todo el instituto miraba atentamente lo que estábamos haciendo y cómo atendía lo que decíamos, incluso el alcalde de Medina vino a este acto.

Una vez terminamos nos fuimos cada uno nuestro sitio diario del patio pero con algo en común, los disfraces. Me gustaba ir así aunque los profesores que me veían me decían que no podía ir tan alegre por el patio ya que iba de viuda pero no podía evitarlo, (sería la viuda alegre de esa época).

En clase de lengua nos echamos una foto con el profesor y, al acabar el día volvimos a la sala de profesores a cambiarnos aunque seguíamos hablando de ello.

Fue una experiencia inolvidable y muy divertida y que volvería a repetir sin pensármelo dos veces.

Esa son las cosas que, cuando seamos mayores y ya no estemos en el instituto vamos a recordar seguro y, que al hacerlo, nos sacará una sonrisa y nos hará recordar lo bien que nos lo pasamos todos juntos y el día tan bueno que echamos en el instituto.

Espero que se siga haciendo durante muchos, muchos años más y que, como yo, sigan viviendo esa experiencia que, para mí, es inolvidable.

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